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¿Eres tu propia persona en tu relación?

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Las relaciones amorosas son una de las experiencias más enriquecedoras y desafiantes que podemos tener en la vida. Al crecer junto a otra persona, aprendemos a compartir nuestro mundo, nuestras emociones, nuestras metas y nuestras rutinas. Sin embargo, a veces podemos perder de vista algo muy importante: nuestra propia identidad.

Es fácil caer en la tentación de sacrificar nuestras necesidades y deseos en pos de la felicidad de nuestra pareja, o de asumir los valores y las opiniones de nuestra pareja como propios. Sin embargo, esto puede tener consecuencias negativas tanto para nosotros mismos como para nuestra relación. En este artículo, exploraremos cómo podemos mantener nuestra autonomía en una relación, cómo equilibrar nuestras necesidades y las de nuestra pareja, y cómo cultivar una identidad compartida y saludable.

Mantenimiento de la autonomía

Una de las claves para mantener una relación saludable es asegurarnos de que seguimos siendo nuestra propia persona. Es decir, no debemos renunciar a nuestra individualidad, nuestro autoconcepto y nuestros proyectos personales para convertirnos en una versión reducida de nuestra pareja. ¿Cómo lograr esto?

  • Establece límites claros: Es importante comunicar a nuestra pareja cuáles son nuestras expectativas, necesidades y límites en la relación. Esto nos ayuda a proteger nuestra integridad emocional y física, y a respetar las de nuestra pareja.
  • Toma decisiones por ti mismo/a: No siempre es fácil tomar decisiones que separes de la opinión de nuestra pareja, especialmente si estamos enamorados, pero recordar que a veces puedes decir no es importante para mantener tu autonomía en la relación.
  • Expresa tus sentimientos: Por muy difícil que pueda parecer, no temas hablar con sinceridad y respeto sobre tus necesidades y sentimientos en la relación.

El mantenimiento de la autonomía requiere también un esfuerzo constante para reconocer las necesidades y deseos de cada uno dentro de la relación, y encontrar modos de integrarlos sin perder de vista nuestra identidad. Esto nos lleva a la siguiente pregunta:

Equilibrio de necesidades

Para tener una relación sana y estable, necesitamos entender y satisfacer tanto nuestras necesidades individuales como las de nuestra pareja. A menudo, pensar en la felicidad del otro parece contradictorio a la nuestra, sin embargo, tomar en cuenta las necesidades de nuestra pareja no significa que debemos renunciar a las nuestras.

Crear un equilibrio de necesidades en una relación puede ser una tarea complicada y dolorosa, pero es necesaria para el sostenimiento de la relación:

  • Comunica tus necesidades: Quizá el primer paso para crear un equilibrio de necesidades, es hablar con sinceridad y respeto de las cosas que te importan y, las que te gustaría hacer en la relación y cómo te gustaría ser tratado/a. De igual importancia, es escuchar y ser empático con las necesidades y deseos de la pareja.
  • Comparte intereses: Es importante encontrar actividades y pasatiempos que disfrutemos juntos. Esto nos permite construir una conexión y una identidad compartida con nuestra pareja, al mismo tiempo que mantenemos nuestras propias aficiones y metas.
  • Se flexible: Ofrecer dar una mano cuando nuestra pareja necesite o pedir su ayuda puede ser la diferencia para encontrar la balance y lo que cada uno necesita.

Aprender a equilibrar las necesidades de las partes resulta indispensable para llevar una relación satisfactoria para ambos, pero esto no es suficiente si no se construye una identidad compartida.

Construcción de identidad compartida

Las relaciones amorosas se trata de construir, de modo conjunto, una historia en común que sea significativa, valioso y que represente el amor consolidado. Para ello, es preciso encontrar los intereses y valores compartidos que formen la identidad como pareja. Por supuesto, esto no significa que debas dejar de ser quien eres, ni debas asumir la identidad de tu pareja; se trata de encontrar un terreno común, respetando la diferencia de cada uno.

  • Crea nuevas experiencias: realizar actividades nueva nos ayuda a salir de nuestra zona de confort, y también a conocer cómo se desenvuelve nuestra pareja en situaciones y lugares diferentes.
  • Recrea momentos especiales a tu modo: es importante agregar los detalles que te gustan y que sientes que son importantes de igual forma que esto puede ser llevado a cabo por la otra parte.
  • Respeten las diferencias: En lugar de pensar en el desacuerdo como una razón para enojarse o para alejarse emocionalmente de nuestra pareja, podemos verlo como una oportunidad para aprender y crecer juntos.

La construcción de una identidad compartida nos permite tener un proyecto conjunto y un propósito en la relación amorosa. Es un camino que se va moldeando en el día a día, pero que se construye a largo plazo siempre y cuando se cultivan los valores compartidos el respeto, la tolerancia y la comunicación abierta y honesta.

Conclusión

En resumen, mantener nuestra autonomía, encontrar un equilibrio de necesidades con nuestra pareja y construir una identidad compartida son elementos fundamentales para tener una relación saludable y satisfactoria. Cada situación es particular, por eso, apóyate en la comunicación constante con tu pareja, sin perder de vista tus objetivos y tus límites para así desarrollar una relación plena y satisfecha.